El bienestar canino antes, durante y después de las intervenciones asistidas

En el equipo que lidero, Proyecto Salta Violeta, desarrollamos intervenciones educativas asistidas por perros en escuelas e instituciones para promover la convivencia responsable de las familias con sus animales de compañía.  Pero, además, nos dedicamos a formar duplas de guía y perro de intervenciones asistidas, desde una perspectiva centrada en el bienestar canino. 

Bienestar canino

¿Qué es el bienestar animal? Todos los estudios que tratan sobre el tema remiten a un documento del Comité de Bienestar de los Animales de Granja del Reino Unido (originalmente destinado a animales de granja, luego reformulado para abarcar a los animales en general), que lista los requisitos mínimos indispensables de bienestar.

Están expresados como “cinco libertades”, que indican que los animales deben estar: 1) libres de hambre y sed, 2) libres de incomodidad, 3) libres de dolor, lesiones y enfermedades, 4)  libres de expresar su comportamiento normal, y 5) libres de miedo y angustia. 

Bienestar canino 3Si consideramos a los perros de intervenciones asistidas, a primera vista no parecería estar en juego su bienestar canino, ya que general están muy bien cuidados: no les falta comida, agua, comodidades ni atención médica. 

Sin embargo, también es cierto que en las intervenciones exponemos a los perros a entornos mucho más desafiantes que en su vida cotidiana como miembros de una familia. Por ejemplo, entrar a un hospital o a una escuela implica menor posibilidad de “expresar su comportamiento normal”. 

Además, si lo pensamos desde la perspectiva del perro, visitar personas desconocidas en lugares desconocidos no sería en general su primera opción, de poder elegir.

Aún cuando no experimenten niveles extremos de miedo o angustia, el estrés crónico es un posible enemigo a considerar en las intervenciones. Los perros educados suelen tolerar lo que les disgusta, y a veces las señales de incomodidad son tan sutiles que pasan inadvertidas a sus guías. 

Teniendo en cuenta estos desafíos, los estándares de práctica de la Asociación Internacional de Intervenciones Asistidas (AAII), de la cual nuestro equipo es miembro, abordan el bienestar animal en las intervenciones no solo desde el bienestar físico, sino que enfatizan el bienestar psicológico y social para una buena calidad de vida.  Esto implica, para los animales en general y para los perros en particular, la necesidad de cubrir necesidades biológicas, emocionales, sociales, y de desarrollo cognitivo. 

Estrategias y herramientas

Ahora bien, ¿con qué estrategias y herramientas contamos para mejorar el bienestar canino antes, durante y después de las intervenciones? 

Primero, el acompañamiento de un guía formado, con un vínculo fuerte y sano con su perro.  La formación es importante porque permite interpretar su lenguaje corporal, detectar sutiles señales de estrés, optimizar el proceso de aprendizaje y brindar al perro herramientas para una mejor gestión de sus emociones.  Pero lo fundamental es el vínculo, ya que está probado en múltiples estudios que la presencia de su humano de referencia brinda al perro una “base segura” desde la cual explorar el entorno, y un “refugio seguro” al cual regresar ante cualquier incomodidad.  Una comunicación fluida y el acompañamiento del guía a través del contacto físico, caricias, palabras suaves y contacto visual permiten al perro enfrentar situaciones novedosas con mayor comodidad. 

Bienestar canino 4Segundo, evaluar y adecuar el ambiente en el cual se desarrollarán las intervenciones asistidas. La identificación de elementos novedosos, diferentes del entorno habitual del perro, servirá para incorporar en su formación la habituación y asociación positiva a elementos, superficies y estímulos que pueden encontrar en instituciones de salud (como sillas de ruedas o muletas) o de educación (mobiliario, pisos resbalosos). A su vez, contar con un espacio físico que el perro ya tenga identificado como lugar de descanso, ya sea una caja transportadora o una manta, es ideal para permitirle ubicarse allí cuando lo necesita. 

Tercero, educar a los beneficiarios, guiándolos sutilmente para que la interacción resulte placentera para el animal.  Las características físicas, grados de dominio de la motricidad y edades de las personas con las que van a interactuar también pueden ser potencial fuente de inquietud para los perros. Los guías deben buscar el modo de promover un trato respetuoso y amable de los beneficiarios hacia los perros, explicando qué están mostrando con su lenguaje corporal, qué tipo de caricias prefieren, qué sonidos los inquietan, cuál es el tono de voz al que mejor responden. 

Bienestar canino 2Cuarto, diseñar la intervención de manera que cuide el bienestar del perro y se adecue lo más posible a su perfil y preferencias.  Elegir actividades que el perro disfrute y manejar sus tiempos de exposición y descanso durante la intervención es importante, pero también planificar el antes y el después. Hay que llegar con tiempo suficiente para permitir que el perro haga sus necesidades antes de ingresar, que pueda habituarse al espacio de trabajo, y que luego del cierre haya alguna actividad recreativa o de descanso que le permita recuperarse. Por otro lado, perfiles o “personalidades” de perro hay tantos como tipos de intervenciones existen, y es aquí donde el guía tiene un rol importantísimo: determinar qué tipo de intervención y población beneficiaria es la que se mejor se ajusta al perfil del perro.

En definitiva, en las intervenciones asistidas tenemos que considerar los objetivos a lograr y las necesidades de los destinatarios. Pero antes que nada, nos toca en el rol de guías priorizar el bienestar y disfrute de nuestros perros.    

 

Mercedes Iacoviello – Proyecto Salta Violeta

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Nos vemos en las redes!

*Esta nota se basa en el artículo elaborado en coautoría con Virginia Iacoviello   Iacoviello, M, y Iacoviello, V. (2020). Buen trato canino en las intervenciones asistidas: dos experiencias a la luz de los estándares internacionales. Calidad de Vida y Salud, 13 (No. Especial), 195- 219. 

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