Un cachorro viene a clase: aprendizaje vivencial

Entro en el aula llena de niños de 6 años y al instante siento el zumbido de la excitación contenida. Murmuran y se dan codazos unos a otros y me miran con ojos que brillan de curiosidad. Pero yo no soy el centro de su atención. Todos los ojos están puestos en mi pequeño compañero, el cachorro que pasea alegremente a mi lado. Para los niños es algo increíble, ¡un cachorro viene a clase! Se sientan cogidos entre la emoción de una visita canina y la necesidad de seguir las instrucciones de su profe. Hay que contenerse, estar quietos, pero apenas pueden controlar la ilusión por volver a ver a su invitado. 

Un cachorro viene a clase: Daisuke

Un cachorro viene a clase 1El cachorro Daisuke y yo estuvimos visitando una clase del 2º curso de la escuela primaria Mercè Rodoreda de Barcelona, como parte de un proyecto llamado “Creciendo con Daisuke”.

Los motivos para hacer la Educación Asistida con Animales (EEA) y, sobre todo, los beneficios de emparejar a niños con perros en un entorno educativo están bien documentados. En el post de Cynthia Orive se explica cómo un perro puede facilitar el proceso educativo al actuar como un motivador especial. La colaboración del perro es sincera y sin prejuicios, invitando a los niños a participar, ofrecer sus opiniones e ideas y abrirse al aprendizaje.

Pero nuestro modelo de Educación Asistida con Animales (EEA), con los proyectos cogidos bajo el nombre “Creciendo con un Cachorro”, en los que un cachorro viene a clase, va más allá, ya que los niños y el cachorro se reúnen durante un largo periodo de tiempo, lo que les permite crear una base de apoyo mutuo que les permite aprender a desenvolverse en el mundo.

El modelo de Educación Asistida con Animales (EAA)

El modelo “Creciendo con un Cachorro” se basa en una premisa sencilla: un cachorro y un técnico de las Intervenciones Asistidas con Animales  (IAA) visitan un aula una vez al mes durante un periodo de 8 o 9 meses, coincidiendo con el curso escolar.

Cuando el proyecto comienza en septiembre, el cachorro viene a clase con la una edad entre 4 y 6 meses. (La edad inicial depende de la raza, el tamaño del cachorro, su nivel de madurez y su historial de socialización). A lo largo del proyecto – desde el inicio del curso escolar hasta el final – el cachorro se convierte en un perro de 12 a 14 meses. Se va madurando ante los ojos de los niños, adquiriendo habilidades y seguridad en sí mismo, pero siempre manteniendo la exuberancia de un perro joven.

La naturaleza de sus interacciones con los niños aumenta en complejidad a medida que el cachorro madura. Al principio es un cachorro inquieto dispuesto a jugar. Pero hasta los finales de la primavera ya haya aprendido a ser un colaborador entusiasta en las actividades estructuradas del proyecto.

Un cachorro viene a clase 2Nuestra intención es que los niños ganen en madurez emocional mientras disfrutan de las visitas, por lo que hemos diseñado el método de enseñanza en torno a una serie de temas vitales relacionados con los cachorros que pueden extrapolarse fácilmente a las propias experiencias de los alumnos.

 

Cómo se integra el perro en las clases

Cada visita mensual de mi perro viene a clase está estructurada en torno a un tema mensual designado, que se presenta a los niños a través de un cuento y/o actividades relacionadas. Los niños pueden expresar sus sentimientos y opiniones sobre las situaciones que el cachorro encuentra en cada historia mientras aprende a enfrentarse al mundo. Al hacerlo, se les anima a navegar por sus propias emociones dentro del contexto del tema.

Algunos ejemplos de los muchos temas que se pueden utilizar son: civismo y convivencia; salud e higiene; familias y amistad; sexualidad y reproducción; alimentación y nutrición; y retos y barreras sociales. Los temas son deliberadamente abiertos y amplios, y se adaptan fácilmente a las situaciones de la juventud, tanto humana como canina.

Dentro de cada proyecto los temas se presentan de forma adecuada a la edad del curso, con material creado en función de las capacidades e intereses de los alumnos. A lo largo de las visitas mensuales, los alumnos comparten lo que significa para ellos “crecer”.  En efecto, se van creciendo junto con el cachorro.

He aquí un ejemplo de una de las visitas de Daisuke a la clase de 2º curso de la escuela Mercè Rodoreda, al principio del proyecto. Para empezar, presenté un cuento con Daisuke como protagonista, relacionado con el tema general “civismo y convivencia”.  

La historia consistía en que Daisuke y yo salíamos a dar un paseo. Durante el paseo encontrábamos varios objetos en la calle y en el parque, algunos nuevos y fascinantes según el punto de vista de un cachorro. Colillas de cigarrillos, botellas vacías, pañuelos de papel… en realidad eran cosas que la gente simplemente habían tirado al suelo.

Les expliqué a los niños que tenía que enseñarle a Daisuke a no recoger nada con la boca. “¡Ni siquiera ese bocadillo medio comido!” se lamenta Daisuke en el cuento. Al final de la historia, Daisuke recibió un chuche para perros porque estuvo capaz de dejar la basura en el suelo. Sin embargo, expliqué que la presencia de esos objetos dejó perplejo a Daisuke.

Eso abrió la puerta a una conversación sobre lo que sentían los niños al respecto. Les pregunté en qué se fijaban cuando pasean por la calle, lo que dio paso a una discusión sobre el civismo y nuestro papel a la hora de mantener los espacios públicos limpios y seguros.

Luego, cambiando un poco de tema, les expliqué a los niños dónde y cuándo hace Daisuke sus necesidades durante los paseos, y cómo la gente que pasea a sus perros debe tener cuidado de mantener limpias las aceras y los parques. Les expliqué la importancia de utilizar bolsas para las cacas y una botella de agua para dejar la calle limpia.

Por último, cada niño recibió una bolsa para perros, y yo saqué una “caca” hecha de goma que había comprado en una tienda de bromas. Entre risas y empujones, los niños se turnaron para practicar cómo recogerlo con la bolsa.

Un cachorro viene a clase 3¿Y qué hacía Daisuke durante la lectura del cuento? Como el cachorro que era, estaba jugando o mordiendo un juguete. O paseaba para saludar a los niños (con la ayuda de una ayudante). En el modelo “Creciendo con un Cachorro” se introduce un enfoque natural desde el principio.

Cuando el cachorro viene a clase, ni el técnico ni el cachorro realizan nunca una actividad que la sitúe en el ámbito del puro entretenimiento. Por supuesto, a medida que crece, el cachorro estaba aprendiendo la obediencia básica y algunos trucos como parte de su educación general. Así, a medida que pasan los meses y el cachorro vaya madurándose, se puede ir introduciendo actividades más estructuradas e interactivas al proyecto.  

Los temas amplios de cada mes otorgan a este modelo de EAA una flexibilidad extraordinaria, de modo que cada proyecto puede adaptarse a los alumnos desde los más pequeños hasta los adolescentes.

Dentro del mismo ejemplo de “civismo y convivencia”, por ejemplo, se puede animar a los alumnos mayores a debatir sobre aspectos como la tenencia y la convivencia con un perro, el mantenimiento del orden en el aula o el espacio que compartimos con nuestra familia.

El encanto de un cachorro hace que sea fácil abordar cualquier tema a cualquier edad. Basta con entrar en un aula con un cachorro para captar la atención de los más pequeños. Pero, aún mejor, el atractivo de los cachorros te ayuda a superar la actitud de ” que me digan lo que no sé” de aburrimiento cínico que parece aparecer cuando los jóvenes entran en la adolescencia.

¿Qué debemos tener en cuenta?

El modelo de EAA “Creciendo con un Cachorro” viene con limitaciones incorporadas, lo que hace que las oportunidades para llevar a cabo los proyectos sean pocas y valiosas.

Hay que contar con un cachorro equilibrado, que no le importe interactuar con un grupo grande de niños. La escuela debe estar a disposición, por supuesto, y la cooperación plena y proactiva del profesor de la clase enriquece el proyecto. Debido al tamaño de la clase y al nivel de madurez del cachorro, las sesiones deben ser cortas.

Un cachorro viene a clase 4Pero “Creciendo con un Cachorro” es un modelo inspirado en la empatía natural entre niños y cachorros y en la percepción de que sus experiencias mientras crecen y aprenden pueden ser compartidas.

Este modelo de EAA es mágicamente sencillo: se empareja a los cachorros con los niños dentro de un aula. Pero lo que hace que cada proyecto individual sea excepcional y tenga éxito son los pequeños detalles que se añaden.

Es un modelo de EAA para las personas con ganas de flexibilizar sus poderes creativos a lo largo de todo el proyecto, desde la preparación detallada hasta el final del año escolar, cuando cachorro y niños se despiden. Nos encantaría que los técnicos de la IAA que han utilizado este modelo nos dijeran qué les parece la experiencia y cómo se han beneficiado los niños al “crecer con un cachorro”.

Espero que este artículo te haya gustado y te sea de utilidad. Por favor, comparte y haz que sume si es así!

Un fuerte abrazo a todos desde Asociación Canuck

Nos vemos en las redes!

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