Educación emocional asistida con perros en diversidad intelectual

Hace ya casi dos años que empezamos el proyecto para trabajar la educación emocional asistida con perros con unos grupos de personas con diversidad intelectual. Y la verdad, que nada de lo que pueda explicaros con palabras podrá equipararse a lo que se vive en directo.

Envejecimiento activo

Dentro del proyecto de envejecimiento activo que había en el centro, querían implantar un apartado para mejorar el ámbito emocional de nuestros usuarios, y el centro optó por un programa de  IAP.

RegazoTener un envejecimiento activo y saludable, significa participar en la sociedad de acuerdo con nuestras necesidades, deseos y capacidades, significa aprovechar al máximo las oportunidades de tener buena salud física, sentirnos bien emocionalmente y disponer de un entorno social favorable. Como sabemos, las personas con diversidad intelectual muchas veces ven ésas áreas bastante afectadas y tienden al aislamiento una vez que empieza su jubilación. Por ello, para poder trabajar las relaciones sociales, la emocionalidad y otras áreas que mejorasen ese envejecimiento pensamos que un programa de educación emocional asistida con perros podía encajar de una manera inmejorable.

Las intervenciones con animales tienen funciones formativas, ayudando en la mejora de autonomía, de la responsabilidad, mejorando la socialización y ayudando en la rehabilitación.

Además, es importante destacar que  estas sesiones con perros actúan sobre la globalidad del participante, en parte debido a la capacidad de empatía y de relación del animal. Por otrolado, la afectividad que aporta el perro a la persona posibilita un alivio de las tensiones que viven las mismas debido a su situación personal.

¿Cómo pusimos en marcha el programa de educación emocional asistida con perros?

Para empezar, había que entender cuáles eran las capacidades y necesidades de estas personas, para así poder fijar unos objetivos más adecuados y ver si realmente, las Actividades Asistidas con Animales podrían encajar y ayudar a llevar a cabo los objetivos fijados.

Dentro de la emocionalidad vimos que las personas con discapacidad intelectual tienen tanto fortalezas como puntos débiles; así como:

  1. Fortalezas
    • Intensa vivencia de las emociones
    • Mayor espontaneidad emocional
    • Amplia variedad de personalidades
    • Facilidad para la imitación
    • Interés por el contacto social
    • Sensibilidad afectiva
  2. Debilidades
    • Dificultad al planificar y al tomar decisiones
    • Menor autocontrol emocional
    • Frecuentes bloqueos
    • Limitaciones de expresión verbal
    • Baja interacción social espontánea
    • Confusión emocional

De esta forma, vistas las características de nuestros usuarios, vimos que podemos intervenir en una multitud de ámbitos tales como:

  •  Área motora: promoviendo el movimiento físico
  • Área social: facilitando la comunicación, la vida comunitaria y la atención
  • Área de la vida cotidiana: desarrollando las habilidades personales y la autonomía
  • Área emocional: Desarrollo de la inteligencia emocional

PataDentro del bloque de las debilidades, no podemos olvidar las barreras debidas al entorno, que son las que más limitan. Es el caso de la sobreprotección y de la sobre-exigencia provenientes de quienes les rodean, ya que producen efectos directos e indirectos en el desarrollo emocional  de la persona. Pedirles menos de lo que pueden llegar a dar, evitándoles el conflicto y, con ello, el aprendizaje; o, en el otro extremo, exigirles demasiado, produce, efectos negativos en su capacidad emocional actual y futura, y en su satisfacción vital.

En contrapunto, las actividades asistidas con animales según numerosas investigaciones como las publicadas, en su mayoría recogidas en las Actas del VII congreso Internacional de animales de compañía explican que estas sesiones traen beneficios como:

Nivel Comunicativo

Nivel Socio-afectivo

– Abrir nuevos canales de comunicación utilizando al animal como elemento mediador

– Crear situaciones que fomenten la comunicación total

– Aprovechar la presencia del animal para la creación de un vínculo afectivo animal-persona

– Fomentar las relaciones interpersonales: persona-animal, persona-iguales

– Desarrollar las habilidades básicas en base a la relación que se establece con el animal: contacto ocular, sonrisa social…

Pero, lo más importante para mí es que, a ellos, como a la gran mayoría de la población, trabajar las emociones y el mundo que las rodea muchas veces se nos hace duro.

No nos gusta. Nos aburre. E incluso, nos incomoda. Pero gracias al vínculo que se crea entre los participantes y el can, esas sensaciones desagradables prácticamente desaparecen y se transforman en ganas de seguir trabajando.

Por lo tanto, nos pusimos manos a la obra con el proyecto y su implementación.

¿Qué es lo que vemos?

DumaA nivel teórico, ya he explicado todo lo que supuestamente se ve y se consigue, pero de la teoría a la práctica, hay diferencias.

Empezamos las sesiones casi sin conocer cuáles son las emociones más básicas, y con una actitud bastante negativa hacia ellas y su aprendizaje. Y es aquí donde entra el perro; gracias en nuestro caso a Bambú, los usuarios acuden con más ganas y felicidad a las sesiones. Ella sirve como gran motivadora y crea una cierta adherencia a las sesiones y a todo el proceso de aprendizaje.

Además gracias a la actitud de los animales, su predisposición y su saber estar sin juzgar, los comentarios, preguntas y formas de contar lo que sienten se hacen de una forma menos costosa.

Los avances que hemos hecho en este tiempo han sido realmente significativos. Gracias a los puentes que crea el perro hacia los participantes de las sesiones podemos acercarnos a ellos. Creando así una relación segura y de confianza para que las personas puedan contar sus emociones y crear un vínculo fuerte y estable.

Educación emocional asistida con perros 6Además, el poder contar con un animal en las sesiones de educación emocional asistida con perros hace que afloren en las personas emociones y sensaciones con las que podemos trabajar de una manera más concreta. Dándole sentido a aquello que vivimos.

Por ejemplo, en sesiones grupales, el perro no está siempre con la misma persona, pasa por todas para que cada una pueda tener un momento “especial” con él.

Sin embargo, hay veces que hay usuarios que quieren tener todo el tiempo la atención del can, por lo que se crean situaciones en las que podemos trabajar eso que sienten, dándole nombre a ese pellizco en el estómago, a ese apretón en la garganta, o a esa lágrima que aparece sin una tristeza obvia.

Espero que este artículo te haya gustado y te sea de utilidad. Por favor, comparte y haz que sume si es así!

Un fuerte abrazo a todos desde Terapias Perrunas

Nos vemos en las redes!

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