Las Intervenciones Asistidas con Caballos están dentro de las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA). Forman parte de las nuevas corrientes de estudio holísticas y ecológicas que promueven una vuelta a los orígenes del ser humano, cuando existía un mayor contacto con la Naturaleza y estábamos sincronizados con sus ritmos biológicos.

Es una modalidad terapéutica de reciente incorporación que está mostrando excelentes resultados con evidencia científica probada en el campo de la Neurorrehabilitación. No obstante, la no reglamentación, el intrusismo y el carácter a veces lúdico de estas actividades han dado lugar a la percepción escéptica de las mismas.

La explicación al fenómeno de la IAA se entiende fisiológicamente por una serie de señales enviadas por los nervios sensitivos y motores al Sistema Nervioso Central (SNC), específicamente al Sistema Motor y al Límbico, encargado este último de regular el componente emocional de la conducta.

De esta forma, la visualización y el contacto con animales, así como la estancia en espacios naturales, resultan:

• variables amortiguadoras del estrés
• reducen la presión sanguínea y el Cortisol
• inducen la liberación de Serotonina (relacionada con la autoestima y confianza), Oxitocina (relacionada con los vínculos emocionales y afectivos) y Endorfinas (analgésico natural frente al dolor, miedo y estrés), generando sensaciones de paz y amor que gratifican y calman.

(Levinson, 1969; Friedmann et al., 1983; Baun et al., 1984; Jenkins, 1986; DePauw, 1986; Vormbrock y Grossberg, 1988; Graham, 1999; Engel, 2007; Granados, 2011; Tabares, 2012; Pan y Gabriels, 2019).

Además, optimizan los procesos mentales complejos, especialmente las Funciones Ejecutivas. Es decir, el conjunto de capacidades cognitivas necesarias para controlar y autorregular la propia conducta:

• atención
• concentración
• memoria
• orientación hacia una meta
• planificación
• toma de decisiones
• solución de problemas, etc.

E incluyen mejoras en múltiples áreas sociales, tales como el incremento de la interacción y la comunicación, de las habilidades sociales y del autocontrol emocional, la reducción de problemas de conducta e irritabilidad. (O’Haire, 2013; Muñoz Lasa et al., 2013; Kendall et al., 2015; Wiese, 2016; Peter y Wood, 2017).

A groso modo con estas intervenciones se logran dos tipos de respuesta a nivel bio-psico-social:

• Los animales grandes estimulan principalmente las neuronas motoras del SNC
• Mientras que los pequeños sirven en procesos de socialización y autoayuda.

No obstante, hay que precisar que los animales por sí mismos no constituyen una terapia sino vehículos de mediación entre el terapeuta y el propio paciente para facilitar que la Fisioterapia y la Psicoterapia induzcan su efecto rehabilitador y reeducador. (Fine, 2002).

1. ¿Qué son?

Las Intervenciones Asistidas con Caballos (IAC) son una alternativa terapéutica complementaria a las tradicionales. Se basa en la utilización del Caballo como elemento integrador, rehabilitador y reeducador de personas con Diversidad Funcional, ya sea con discapacidad intelectual, física y/o sensorial, problemas de salud mental o inadaptación social.

El Caballo es elegido como elemento nuclear de las actividades sobre todo por su carácter noble, dócil y sociable. También por su gran capacidad de aprendizaje y sensibilidad, y por su estructura corporal y la biomecánica de sus movimientos.

Se dice que los caballos no miran la discapacidad, sólo la emoción. Por otro lado, como no usan el lenguaje humano, siempre se va a establecer una vinculación honesta y segura con ellos. Esto nos regala un feedback sensorial inmediato y certero de nuestro estado real, sin máscaras, en el que se nos invita a reflexionar de manera consciente sobre nosotros mismos, y a mantenernos en el momento presente, en el aquí y ahora.

El objetivo principal es conseguir el Desarrollo Positivo Integral y la Mejora de la Calidad de Vida de la Persona y su Familia, mediante la práctica de una actividad multidisciplinaria, en un entorno comunitario, natural y lúdico, aunque estructurado, donde la Inclusión se hace realidad en la interacción de animales y personas, con y sin discapacidad.

2. ¿Por qué las Intervenciones Asistidas con Caballos (IAC)?

El caballo es un animal dotado de un gran número de capacidades físicas y socio- emocionales potencialmente desarrollables y equiparables a las de los seres humanos. Esto, añadido a su gran tamaño y capacidad para conectar con las emociones humanas y dejarse liderar, ayuda a mejorar las relaciones interpersonales y la autoimagen.

Además, el caballo pone a nuestro servicio tres características específicas que forman la base para la utilización de la Equitación como actividad rehabilitadora. Así los principios terapéuticos en los que se basan las IAC son tres: trasmisión del calor corporal del caballo, de los impulsos rítmicos y de la cadencia del paso, equivalentes a los de la marcha humana. (Gross, 2006)

2.1 Por su base física diferenciada:

Sobre el caballo la persona se encuentra por encima de su propia altura y se tiene que adaptar a una superficie redondeada y móvil distinta de la horizontalidad del suelo y de los asientos.

Percibe, además, unas condiciones ambientales con un cierto componente antigravitacional, intermedio entre el aéreo convencional sobre el terreno y el acuático de las piscinas.

Debido a esto se consigue liberar los miembros inferiores de los superiores con respecto al tronco, lográndose una especie de ruptura biomecánica. Se facilita así la reestructuración de los esquemas motores del cuerpo y la instauración de nuevos patrones cinéticos en condiciones ontogenéticas favorables para el desarrollo y perfeccionamiento neuromuscular, hitos que sólo son posibles alcanzar mediante la correcta bipedestación.

2.2 Espacio sensorial inédito:

Sobre el caballo se logra una nueva interpretación del entorno a nivel sensorio-emocional. El medio físico resulta más fácilmente dominable sobre el caballo, por lo que a partir de estas nuevas experiencias se puede abordar de forma diferente.

Además, con los ejercicios de Volteo Psicopedagógico, especialmente con los cambios de asiento en los que los alumnos/as dan una vuelta de 360º sobre el lomo del caballo, se consigue trabajar:

• el cambio de perspectiva
• la orientación en el espacio y
• el esquema y lenguaje corporal

Por otro lado, potenciamos el equilibrio, la coordinación oculo- manual y la tonicidad muscular del tren inferior, así como reforzar la confianza en el caballo, el terapeuta y en uno mismo.

2.3 Asiento reactivo desde el que se impulsan vectores de fuerza mesurados y rítmicos:

El caballo, que es el animal empleado en las Intervenciones Asistidas con Caballos, se mueve al paso. Proporciona así una relajación constante y progresiva durante la terapia al jinete(“Efecto mecedora”).

Debido a su movimiento cadencioso, repetitivo y tridimensional estimula el SN, músculos y articulaciones. En consecuencia, se genera una gama de estímulos propioceptivos y extereoceptivos que actúan en algunos nuevos aprendizajes y nuevos eneagramas psicomotores.

El calor que desprende su cuerpo también propicia esa relajación y la distensión de músculos y articulaciones. Además, se refuerzan los sistemas respiratorios y circulatorios, aumentando la oxigenación de la sangre. Y el digestivo como consecuencia de la activación de la peristálsis de los intestinos.

La Hipoterapia podemos considerarla entonces como una modalidad cinesiterápica asistida de facilitación neuromuscular polisensorial. Y lo mejor es que los avances observados se mantienen fuera de la sesión de hipoterapia y son transferidos a sus actividades de la vida diaria. (Ernst y De la Fuente, 2007)

3. Por qué el caballo

Porque como todo animal herbívoro es tremendamente sensible y no posee agresividad intencionada. También sabe interpretar a la perfección la información no verbal, gestual y corporal para valorar si existen amenazas y poder así salir huyendo para evitarlas. De ahí que nosotros, humanos depredadores, debamos autorregularnos emocionalmente para llegar a ser aceptados en su zona de seguridad, tal y como hacen con el resto de su manada.

Además, tienen unas pulsaciones cardíacas que oscilan entre 30 a 40 latidos por minuto, transmitiendo al jinete: relajación, tranquilidad y armonía, provocando una sincronización de ambos corazones a un ritmo más pausado.

4. ¿Cómo se trabaja?

Priorizando básicamente lineamientos técnicos que partan de:

• un correcto asiento (postura)
• la sincronización del binomio caballo- jinete (vínculo)
• el trabajo en las marchas (paso, trote, galope), y
• los ejercicios y las actividades propuestas por los terapeutas en cada caso en particular (cepillado, trabajo a la cuerda, monta, volteo, alimentación..). Se aplican bajo metodologías con evidencia científica (Teacch, Apoyo Conductual Positivo, Bobab, etc) acorde a las patologías de los alumnos/as. De esta manera, se trata de que, a través de esta actividad deportiva adaptada y de ocio inclusivo, puedan lograr una rehabilitación y/o reeducación sin apenas darse cuenta, tan solo disfrutando!

Y, por último, teniendo siempre en cuenta los enfoques de One Health y One Welfare (que reconocen que “la salud de las personas está relacionada con la salud de los animales, las plantas y del medio ambiente, y cuyo objetivo es lograr resultados de salud óptimos reconociendo esta interconexión”. CDC y WHO).

Dichos enfoques deberán ser implementados desde la fase de preparación y durante todo el transcurso de cada Programa de IAA, dentro de las cuales se encuentran las Intervenciones Asistidas con Caballos, para garantizar que existen protocolos de protección adecuados para salvaguardar la salud tanto de los participantes humanos como de los animales (IAHAIO, 2018).

Por último, recordando siempre el lema: Tenacidad, Normalidad y Alegría, acorde a los objetivos individualizados planteados más allá de la etiquetas diagnósticas.

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