El aprendizaje, en ocasiones, puede resultar fastidioso y difícil para algunos niños. Y cuando existe una dificultad específica, esto puede transformarse en frustración; muchas veces rechazo. O evasión hacia las tareas escolares; así como también baja autoestima. ¿Podría entonces un perro en clase actuar de facilitador ? Lo aprenderemos en el siguiente artículo

Para ayudar a mejorar estas dificultades, se propone aportar soluciones a través del juego que, como bien sabemos, es un gran aliado del aprendizaje. Y si adquirir conocimientos jugando es divertido y, además, efectivo, ¿qué ocurre si aprendemos jugando con un perro?

1. ¿Cómo ayuda el perro en el aprendizaje?

Un perro que haya sido entrenado específicamente como de intervención actuará como facilitador del proceso educativo y terapéutico. Para ello, diseñaremos un programa de intervención asistida con el perro. Mediante el juego, e integrando la interacción con el animal.

Lo haremos desde una perspectiva creativa, divertida, innovadora, que ayudará a favorecer la adquisición de nuevos conocimientos. Por otro lado, mejorará la motivación por los contenidos escolares en presencia y compañía del perro, un ser vivo que siente, transmite y hace que todo sea menos exigente y más divertido.

Otro aspecto muy importante es que el animal no nos juzgará ni rechazará, no se fijará en nuestras limitaciones, sino que nos aceptará tal cual somos.

El rol del perro desempeña un papel fundamental, actuando como un poderoso estímulo que ayuda a favorecer el entorno educativo. En consecuencia, los niños experimentarán el proceso como algo positivo, ya que el vínculo humano-animal que se genera entre ellos ayuda a crear un espacio de afecto, confianza y seguridad. En otras palabras, un clima propicio para trabajar las funciones cognitivas implicadas en el proceso de aprendizaje.

2. Un perro en clase

Cuando se trata de ir a clase junto a un perro, su sola presencia incrementa la motivación. También disminuye la ansiedad, estimula la atención y favorece la concentración en las actividades.

Por otro lado, aumenta la autoestima y confianza de los niños. Esto es importante porque la mayoría de los niños que presentan alguna dificultad de aprendizaje también suelen presentar ciertos problemas emocionales. Y, si no se les brinda el acompañamiento necesario, pueden persistir y afectar a otras áreas del desarrollo.

En este sentido, señalar que no debemos olvidarnos de que las personas somos seres bio-psico-sociales. Es así que un niño con necesidades especiales puede presentar problemas para reconocer sus potencialidades, autoestima baja, frustración, miedo a la crítica o burla. 

Además, la presencia del perro brinda a los niños la posibilidad de vivir experiencias lúdicas, se convierten en grandes compañeros de juego. De esta forma, no sólo aprenden contenidos relacionados con lo académico sino también relacionados con habilidades socioemocionales. Es decir, aprender a querer y cuidar de todos los seres vivos, a ser empáticos con los demás, solidarios, colaborativos, a trabajar en equipo y tener responsabilidades.

3. ¿Cómo diseñar una sesión de Educación Asistida con Perros (EAP)?

En primer lugar, para poder realizar una intervención efectiva, es necesario:

• Evaluar la situación y el contexto.
• Conocer las características propias del niño con la finalidad de brindar estrategias que ayuden a mejorar y fortalecer su evolución. Hay que atender a las necesidades específicas del mismo, haciendo hincapié en sus potencialidades. En paralelo, debemos mantener contacto tanto con la familia como con el centro educativo al que asiste. 

En segundo lugar, plantear los objetivos para dicha intervención en torno a todos los aspectos que se deben desarrollar o mejorar. Luego, planificar y diseñar las actividad es a realizar, en las cuales el perro de intervención puede tener una participación tanto activa como pasiva, dependiendo de lo trabajado en cada encuentro.

En tercer y último lugar, pero no menos importante, tomar registro de cada encuentro. Detallaremos las actividades realizadas, los logros y dificultades. De esta forma, contaremos con material que nos brinde información acerca de la evolución del niño desde el inicio de la intervención.

Debemos siempre recurrir a la creatividad, para crear actividades que motiven a los niños a querer aprender y participar.

Tampoco debemos olvidar que nuestros fieles compañeros los perros también deben sentirse motivados y sobre todo cómodos con cada actividad planteada. Agradecer siempre su participación, respetar sus espacios, sus tiempos.

En resumen, brindar confianza y seguridad tanto a la población con la que trabajaremos como a nuestros animales de intervención.

Esperamos que el artículo les guste y sea de utilidad. Un fuerte abrazo a todos desde Argentina.

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