El perro de intervención, ¿es un perro normal?

Entonces, ¿es el perro de intervención un perro normal? Veamos:

SÍ, es un “perro normal”:

-Necesita tener cubiertas todas sus necesidades básicas como cualquier otro perro, nos referimos a:

  • Necesidades biológicas: una buena alimentación, agua, lugar cómodo para dormir y descansar, aseo y control veterinario.
  • Necesidades emocionales: el perro debe sentirse seguro y tener una referencia o figura en la cual confiar. Además, de ofrecerle protección, bienestar, cariño etc.
  • Necesidades sociales: relacionarse con otros miembros de su especie, de otras especies y con personas.
  • Necesidad de un entrenamiento amable: utilizando materiales adecuadosEl perro de intervención 2 para aumentar la conducta que perseguimos y evitando técnicas aversivas que provoquen miedo.
  • Necesidades cognitivas: proporcionarle una estimulación tanto física como mental (a través de paseos, juegos, entrenamientos, actividades olfativas, obediencia, descansos adecuados etc.); para evitar que el perro se aburra en su vida diaria.

-Crear un vínculo con su figura de referencia o guía. Sin vínculo no hay nada y, sí son perros de trabajo, es mucho más importante aún. Su guía debe ser su zona de seguridad.

NO, no es un “perro normal”:

-Este tipo de animal tiene unas características o cualidades especiales que hacen que pueda trabajar como perro de intervención. Por ejemplo, la nobleza, la sociabilidad, la capacidad de aprendizaje, etc.

-Además, debe pasar una serie de pruebas, para asegurarnos de que es apto para llevar a cabo este trabajo. No todos los perros lo son. Sin duda, hay aspectos y características que se pueden trabajar, mejorar y conseguir. No obstante, hay otras características que el perro “trae de fábrica” y que son de gran ayuda en el entrenamiento de un perro de intervención.

El perro de intervención 4Un ejemplo de ello es la predisposición genética de buscar el contacto humano continuamente. Lo hacen muchas veces a través de toquecitos con el hocico, como forma de pedirte que los acaricies.

Otro ejemplo es el nivel de aprendizaje. Unos perros aprenden más rápidos que otros. Y por ello, algunos perros de intervención (algunas razas determinadas); captan enseguida lo que queremos enseñar. Son facilidades que nos da la genética.

-Al igual que nosotros, los humanos, no somos aptos para trabajar en todos los trabajos: sino que hay algunos más idóneos para nosotros debido a nuestra formación, características personales, etc. Con nuestros perros pasa exactamente igual.

-Debe ser seleccionado (si es desde cachorro tendremos por delante un trabajo más fácil) y entrenado debidamente para ello.

– Controles veterinarios más habituales de lo normal. Son de importancia vital en todos los perros, pero en perros de trabajo aún más. No podemos trabajar con perros que se encuentren mal de salud; ya que al igual que nosotros les afecta a la hora de trabajar y por supuesto en su día a día.

Esto nos lleva a decir que:

Es un perro como otro cualquiera cuando se encuentra en casa con nosotros, compartimos momentos de ocio, etc. Pero en sus horas de trabajo es un perro de trabajo, como su propio nombre indica.

En este caso, un perro de intervención y/o de apoyo terapéutico. Esto conlleva que ha sido seleccionado desde cachorro, o bien de adulto, y formado y entrenado para desempeñar esta labor. Como cualquier otro perro de trabajo. Por ejemplo, perros detectores de sustancias, perros de asistencia, perro de búsqueda etc.

Por supuesto, cumple con unas características esenciales y generales que todo perro de intervención debe cumplir:

  • Carácter adecuado.
  • Sociabilidad
  • Ningún signo de agresividad.

No podemos pedirle al perro que esté en “modo trabajo” todo el día, ya queEl perro de intervención 3 obviamente no tenemos a un perro trabajando todo el día. Además, hay que tener en cuenta que las horas de trabajo perrunas no equivalen a las horas de trabajo humanas.

No podemos trabajar con un perro de forma continuada 6-8 horas al día. Sus horas de trabajo se limitan a varias al día (2-3 horas aproximadamente), con sus correspondientes descansos. Y, por supuesto, siempre teniendo en cuenta a cada individuo de forma particular.

Es necesario además, analizar las características del perro y también el sector de población que se trabaje. Las horas de trabajo y los descansos pueden variar dependiendo de estos factores.

En resumen, el perro de intervención

SÍ es un perro “normal”, pero NO al mismo tiempo. No tenemos que tener un perro perfecto al 100%, pero sí debe cumplir unas características mínimas para realizar este trabajo.

Cuando no está en modo trabajo es igual que otro perro: juega, corre, se ensucia, come hierba, nada en la playa, etc. Lo que lo diferencia de otro perro es que realiza un trabajo; y esto afecta considerablemente a nuestra vida cotidiana con él.

Cuando trabaja, tiene que estar preparado y entrenar casi a diario. Eso sí, hay que realizar las sesiones respetando en todo momento el bienestar y salud de nuestro perro. También es importante recompensarlo con descanso y ocio al terminar las sesiones.

Espero que estas pincelada, os ayuden a entender un poco más el concepto de perro de intervención o apoyo terapéutico. ¿Os ha servido de ayuda?

Espero que este artículo te haya gustado y te sea de utilidad. Por favor, comparte y haz que sume si es así!

Un fuerte abrazo a todos.

Nos vemos en las redes!

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