Llega Navidad, llega el cumpleaños de alguien, no sabemos qué regalar y, por qué no, vamos a cogerle una mascota, un perrito, gatito, una tortuga o un pez. Total, seguro que le encanta. Y claro, cómo no le va a encantar a alguien un animal tan pequeñito, tan adorable y achuchable, totalmente indefenso y aún oliendo a cachorro recién nacido. Pero… ¿Y cuándo crezca? Por eso es realmente importante educar a las nuevas generaciones en tenencia responsable. 

En España al año hay unos 300.000 abandonos anuales sumando sólo perros y gatos. Si añadimos a estos pájaros, peces, tortugas y otras especies de mascotas que se tienen, el número crecería aún más. Usamos a los animales como juguetes, nos dejamos llevar por el primer impulso y no pensamos que tener un perro o un gato conlleva mucho trabajo e incluso sacrificio. Y nos olvidamos de lo más importante, que son animales tremendamente emocionales, con una sensibilidad muy alta y con un sentido de la fidelidad altísimo, y les pagamos ese cariño y amor con abandonos, malos tratos o dejadez. 

Por eso, recalcamos, es tan importante educar a las nuevas generaciones en tenencia responsable. 

Y…  ¿Qué es la tenencia responsable?

La definición oficial sería la siguiente: “La tenencia responsable se refiere a las condiciones, obligaciones y compromisos que deben asumir los propietarios para asegurar el bienestar de sus mascotas y la armonía con el entorno en el cual ella se encuentra.”

Dichas obligaciones serían las siguientes:

• Valorar si el animal vive en armonía con el entorno, es decir si el animal vive en un entorno adecuado teniendo en cuenta sus características personales.
• Tener la vacunación y la desparasitación al día.
• Higiene.
• Registro de la mascota y chip.
• Alimentación adecuada.
• Espacios adecuados para su descanso.
• Espacios para el ocio al aire libre.
• Revisiones veterinarias.

En resumidas cuentas, podría decirse que son una serie de normas que habría que cumplir para que el bienestar del animal sea total.

Cuando estas obligaciones no se cumplen o se van dejando de lado, nos vemos en una situación de maltrato animal, ya que no solo es maltrato el daño físico. Por eso, si queremos en algún momento llegar a una convivencia total con nuestras mascotas y velando siempre por su bienestar y, sobre todo un mundo donde los números de abandono fuesen mínimos; tenemos que mostrar a los niños qué hay que hacer con los perros. 

Los niños son la próxima generación de propietarios. y es importante que conozcan los beneficios de tener mascotas y que sepan la mejor manera comportarse con ellas. Las mascotas dan a los niños lecciones de vida sobre responsabilidad, mostrando afecto y respetando los límites.

¿Cómo lo hacemos?

En 2019 pusimos en marcha en dos guarderías un proyecto enfocado a este tema, a que lo más peques aprendiesen desde cómo acercarse a un animal, cómo entender su comportamiento, cómo cuidarlo, hasta a cómo alimentar y asear a una mascota; convirtiéndolos en los propietarios responsables del futuro.

Siempre adaptándonos a las capacidades y a la edad de los infantes, trabajamos diferentes áreas. Con los bebés más pequeños (que suelen tener entre 0-1 año) trabajamos todo el tacto y las caricias, regulando las respuestas más bruscas y buscando el contacto suave y cariñoso.

Con los medianos (1-2 años) empezamos a trabajar de una forma más activa, con ellos trabajamos el aseo del perro (y sobre todo el cepillado), controlamos las respuestas al tacto, ya que cuando se emocionan a veces no controlan e intentamos explicar que el contacto con ellos tiene que ser tranquilo. Además de empezar a trabajar los límites a nivel abrazos, acercamientos bruscos…

Con los más mayores de la guardería (3-4) empezamos con la alimentación, explicando qué pueden comer y qué no, empezamos con paseos y el uso correcto de la correa, seguimos reforzando la higiene, y sobre todo en estas edades, debido ya a la capacidad lingüística comenzamos a hablar sobre los perros.

Nos cuentan cosas sobre sus perros, lo que hacen con ellos, hablamos sobre recoger las heces de nuestros compañeros peludos, y las sesiones suelen ser más amenas y completas

Además de estos, hemos participado en la Ludoteca, en la que vienen exalumnos y exalumnas de la guardería, por lo que aun son más mayores y podemos ya empezar a trabajar en un nivel más importante. 

Uno de los juegos que llevamos a cabo fue con las tarjetas que podéis observar aquí debajo. En ellas hay actividades que son correctas o incorrectas hacer con los perros. Se leen las tarjetas, se debate la respuesta y se tira una pelota a los canastos (uno es rojo, en el que hay que tirar la pelota si lo que dice la tarjeta no es bueno para los perros y/o gatos, el otro cesto es verde, y ahí se intenta encestar la pelota si lo leído es bueno o verdadero sobre los perros.

Este trabajo es de fondo, y se necesita la colaboración de los padres y madres para que lo aprendido se lleve a cabo en casa. Intentamos concienciar a los más peques, pero es indispensable que para que esto fragüe y que podamos crear conciencia. 

Y es que, amar a un animal, es despertar un alma.

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Un fuerte abrazo a todos desde Terapias Perrunas

Nos vemos en las redes!