Quizá estés haciendo un curso de las Intervenciones Asistidas con Animales y estés buscando a tu futuro perro de terapia. O eres voluntario en un refugio lleno de perros y se te ocurre que podrían trabajar en las IAA. Mientras tanto, sabes que hay personas en residencias a las que les encantaría recibir la visita de un perro amistoso. Surge una idea fantástica. ¿No sería estupendo coger perros de  protectoras durante unas horas y visitar una institución? Sólo puede ser una situación en la que todos salgan ganando, ¿verdad?

¿Qué es la IAA con perros de protectoras y cómo funciona? 

Primero, una breve historia: Hace un tiempo, tres mujeres se pusieron en contacto con nuestra asociación. Estaban involucradas en un proyecto de terapia con perros, que las cosas iban razonablemente bien, pero que se habían quedado sin cosas que hacer en las sesiones. ¿Podríamos ayudarlas con algunas ideas creativas para mejorar su proyecto? Nos encantaba ayudar a los principiantes en las IAA, así que acordamos reunirnos.

Fuimos a la reunión armadas con una presentación que destacaba una miríada de actividades que se podían hacer en cualquier sesión de IAA. Las actividades se adaptaban a una gran variedad de proyectos y se basaban en una combinación de las habilidades del adiestrador con el carácter y las capacidades del perro. Como apoyo a los planes de actividades, había una lista de juguetes, objetos y herramientas creados especialmente para enriquecer las sesiones. Todo pensado para motivar a los clientes y ayudar al profesional educativo o sanitario del centro a conseguir su objetivo, ya sea cognitivo, físico o emocional.

Las tres mujeres explicaron que los perros no eran suyos, sino que vivían en una protectora. O sea, un día a la semana iban al refugio, sacaban tres perros y visitaban una residencia geriátrica cerca. Los residentes del geriátrico estaban encantados de acariciar a los perros, cepillarles y lanzarles una pelota. Pero los encuentros se estaban convirtiendo rápidamente en una rutina y las mujeres sintieron la necesidad de animar un poco las sesiones. ¿Qué podían hacer, dado que los perros prácticamente no tenían habilidades? A veces era todo lo que podían hacer para mantener a los perros tranquilos durante las visitas.

Desde su punto de vista era una pregunta razonable. Disimulando nuestra sorpresa, les interrogamos más a fondo. Antes de entrar en el geriátrico ¿se bañaba a los perros o, como mínimo, se les cepillaba bien? ¿Se cambiaron los collares sucios por otros limpios? ¿Se ejercitó a los perros adecuadamente antes de empezar? Y finalmente ¿habían recibido formación en las IAA?

La respuesta a todas estas preguntas fue no. Al ver que la reunión era mucho más compleja de lo que imaginábamos, les dijimos que nos gustaría hablar de otros puntos antes de hablar de la creatividad. Esto dio lugar a un animado debate sobre las prácticas de higiene, la necesidad de protocolos y la importancia de seleccionar el perro correcto para las visitas. No tuvimos tiempo de profundizar en tales temas como cómo garantizar la salud y el bienestar de todos los participantes en el proyecto, así recomendamos que las mujeres recibieran alguna formación en IAA. 

Los perros de protectoras y las IAA, ¿qué significa?

La participación de los perros de refugio en las IAA significa que los perros que viven en protectoras o en régimen de acogida temporal participan activamente como perros de terapia. En la mayoría de los casos, estos perros no tienen una sola persona que vele por sus intereses, sino que son atendidos por una red de personas.

A través de los proyectos los perros entran en contacto con personas que viven, estudian y/o reciben tratamiento en diversas instituciones, como hospitales, escuelas, centros de rehabilitación o instituciones penitenciarias. Como en cualquier proyecto de las IAA, los encuentros están diseñados para cumplir objetivos educativos, terapéuticos o recreativos. Las sesiones pueden ser tan básicas como visitas amables que requieren poca acción por parte del perro, algo tan sencillo el cepillado, las caricias o el juego. Y como el perro procede de una protectora, a menudo se hace hincapié en su peculiar situación. Muchos clientes son conscientes de que están participando en la mejora de la probabilidad de que el perro sea adoptado.

Dentro del ámbito de los proyectos de IAA en general, es un modelo de trabajo atractivo, por cumplir dos objetivos: se enriquecen las necesidades terapéuticas o de entretenimiento del grupo de clientes. Y los perros tienen la oportunidad de interactuar positivamente con el mundo en general.

Por lo tanto, las mujeres que nos consultaron tenían razón en su premisa original:

• Los perros de protectoras suelen llevar una vida sedentaria y aburrida dentro de ellos. En su proyecto se les da la oportunidad de recibir contacto físico y social de personas que de otro modo nunca conocerían.
• Los clientes -y especialmente los que viven aisladas- tienen la oportunidad de interactuar con un ser vivo cálido, afectuoso y sin prejuicios cuyo único objetivo es estar con las personas.
• Los perros reciben un punto positivo en su perfil: Este perro participa de forma positiva con una población vulnerable. Esto lo hace más atractivo a los ojos de los futuros adoptantes.
• Las personas que participan en el proyecto suelen saber la historia de los perros. Esto ayuda a crear un sentimiento de empatía hacia ellos. A menudo, la situación de los perros es un reflejo de la suya propia y las personas confinadas, por ejemplo, pueden identificarse con las circunstancias del perro.

Los perros de protectoras y las IAA – Tipos de proyectos

Los perros de refugio que participan en los proyectos de IAA se suelen encuadrar en dos modelos de trabajo:

• Los perros salen del refugio y visitan las instituciones. Un perro adecuado puede participar de forma regular, en visitas semanales, por ejemplo. O puede haber una rotación de perros para dar a muchos de ellos la oportunidad de socializar fuera de la protectora. A menudo se exige a los perros que participen en el mismo tipo de actividades que realizaría un perro que vive con el adiestrador. Es posible que los perros del refugio no hayan tenido la oportunidad de ser entrenados para su papel dentro de las IAA.
• Las personas acuden al refugio en pequeños grupos, y las sesiones tienen lugar dentro o cerca del refugio. Lo más frecuente es que un perro trabaja con un solo participante del grupo. A menudo, las necesidades emocionales y físicas de los perros se destacan dentro del proyecto. Las actividades pueden centrarse en el contacto físico, el juego, los paseos o el adiestramiento, con el objetivo de mejorar las perspectivas de adopción de los perros. Puede haber una estructura marcada, similar a las clases de grupo en una escuela de adiestramiento de perros, que ofrece al participante humano la posibilidad de aprender a adiestrar a un perro.

Perros de protectoras en proyectos de IAA: ¿existen los elementos clave?

Cuando se trata de trabajar con perros de refugio en entornos de las IAA, hay algunos ingredientes fundamentales que no alcanzan el ideal. Esto significa que los adiestradores deben dotar al proyecto de protocolos especiales para compensar las deficiencias: 

El vínculo entre persona y perro

A diferencia de un perro que vive como un miembro más de la familia dentro de la casa de su adiestrador, los perros de protectoras no tiene esa persona que le sirve de figura de referencia clave. Puede y a menudo forma un apego con la persona que trabaja con él en el entorno de la IAA, pero la calidad de este apego -en relación con las exigencias de su tarea compartida- se pone en duda. ¿Puede el perro sentirse cómodo trabajando en un entorno intenso con una persona con la que puede o no tener un vínculo positivo?

La cuestión de la higiene

Este punto es de gran importancia dentro de cualquier proyecto de AAI. Todos los perros de AAI deben estar sanos, limpios, libres de parásitos y en excelente forma el día de la sesión. Es mucho más fácil responder a esto cuando el perro convive con el adiestrador. No es tan fácil cuando el perro es uno de tantos dentro de un refugio, y cuando su bienestar depende de la estructura de gestión del refugio.

En el caso de los perros del refugio que se traen de visita, es posible que los voluntarios de la IAA no tengan tiempo de asear cuidadosamente al perro antes de entrar en la institución. Además, puede que el perro no se encuentre muy bien ese día, y sin una observación cuidadosa esto puede pasar desapercibido.

¿Se lo pasa bien el perro?

Un adiestrador competente sabe cuándo su perro se está cansando de la sesión. Sabe con qué personas trabaja bien y qué grupos es mejor evitar. (Esta es la razón por la que muchos adiestradores de IAA tienen más de un perro de trabajo.) Pero en el caso de los refugios, a menos que hayan tenido la oportunidad de conocer bien a los perros, no pueden estar seguros de si el perro prosperará y brillará en una situación determinada, hasta que la prueben.

Y, del mismo modo, un adiestrador de las IAA sabe cuándo su perro se siente estresado. Sabe qué hacer para prevenir o aliviar cualquier influencia psicológica que pueda sentir el perro y sabe cuánto tiempo tardará su perro en recuperarse de cada sesión. Sin embargo, los perros de protectoras suelen ser llevados de vuelta al refugio, metidos en su jaula y dejados a su suerte. Sin ninguna actividad de descompresión, deben valerse por sí mismos.

Perros de refugio y las IAA – las Mejores Prácticas

• Es posible crear, desarrollar y ejecutar con éxito proyectos de IAA con perros de protectoras. La selección del perro o perros es importante, e implica amplias pruebas de carácter y experiencia por parte de los adiestradores. Aunque no conviva con el perro, debe conocer bien a su compañero de trabajo.
• Todos los perros que acuden a las instituciones deben trabajar bajo estrictos protocolos de higiene y salud, tanto si proceden de centros de acogida como si conviven con personas a tiempo completo. No hay excusa que justifique que un perro poco limpio y posiblemente insalubre se reúna con personas que pueden estar en un estado de salud comprometido.
• En el caso de las personas que visitan los refugios para participar en las actividades de la IAA, se supone que gozan de buena salud y son lo suficientemente robustos como para pasar tiempo en el entorno de un refugio. Si no es así, deben abstenerse. Y aun así, los perros deben estar limpios, libres de parásitos y bien equilibrados psicológicamente.
• Tanto si el perro visita una institución como si lo visitan personas de una institución, el perro debe estar bien equilibrado y relativamente libre de estrés. No debe tener antecedentes de agresividad dirigida a las personas y debe estar bien socializado. Debe gustarle lo que hace y no tener que pasar por un estrés excesivo.

Y finalmente….

¿Qué fue de las tres mujeres que acudieron a consulta? Se fueron con una nueva comprensión de las complejidades de la IAA. Pudimos aportarles nuevas ideas creativas que dieron lugar a un proyecto enriquecido. Y una de las mujeres se apuntó a nuestro curso de IAA, lo que la llevó a abrir nuevos caminos en otros entornos de IAA y con otras personas.

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Un fuerte abrazo a todos desde Asociación Canuck

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