¿Por qué elegimos trabajar desde las IAA?

Para comenzar a responder este interrogante, por qué elegimos trabajar desde las IAA, nos resulta necesario primero hacer una breve introducción y contextualización. Nuestra fundación se originó en la ciudad de Rosario, Argentina, ciudad bella y numerosa, sin embargo, las prácticas de intervenciones asistidas con animales resultan aún poco reconocidas. Existen hace ya varios años en los alrededores de nuestra ciudad equipos que realizan equinoterapia, pero forjar el camino para las intervenciones asistidas con perros no fue –ni es- una tarea sencilla.

Fundacion Siempre es HoySomos un equipo interdisciplinario de profesionales –¡y amig@s!- pequeño dentro del cual nos fuimos empapando y capacitando con el correr del tiempo en el hermoso mundo de las intervenciones asistidas con perros. Desde la primera reunión sabíamos que sería un recorrido a pulmón, lento, pero de paso seguro; nuestras convicciones estuvieron claras desde el inicio, llevaríamos a cabo estas prácticas con ética humana y profesional, priorizando siempre el bienestar de nuestras compañeras perrunas.

Nuestra formación y experiencia pertenece principalmente al ámbito de la educación y la salud, tanto en espacios públicos como privados. Entre charlas e ideas colmadas de deseo, emergió una necesidad colectiva: problematizar las dinámicas y lógicas tradicionales y ortodoxas propias de las diferentes instituciones que transitamos y ponerlas en diálogo con una práctica diferente. ¿Qué encontramos de distinto en las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA)? ¿por qué las elegimos?

Trabajar desde las IAABueno, el amor por los perros resulta una característica excluyente, de más está decirlo. Sin embargo, una respuesta parcial a estos interrogantes es que, a fin de cuentas, todo lo que leemos y relatamos sobre los “beneficios de las IAP (Intervenciones Asistidas con Perros)” –a saber: motivación, adherencia a los espacios, disminución de la ansiedad, etc.- no sucede únicamente a los usuarios/beneficiarios de estas prácticas sino también a nosotras mismas.

Esa motivación que al comienzo aparece como un subidón de adrenalina es lo que estábamos necesitando para experimentar nuestras prácticas de un modo más seductor e impulsor. Es la misma motivación la que nos lleva a entrenar con nuestras perras después de un largo día de trabajo, a diagramar cada sesión con tanto entusiasmo y finalizarlas con una gran sonrisa.

Perros de terapiaSi bien cada una de nosotras continúa transitando los espacios e instituciones mencionados anteriormente, lo alterno de las intervenciones asistidas con perros conlleva una potencia creadora y oxigenadora en nuestras prácticas cotidianas. Es una invitación constante a crear, adaptar, a reinventar-nos en cada lugar que habitamos.

 

 

Trabajar desde las IAA: La presencia de lo viviente en la sesión

Vinculo humano animalA menudo leemos en bibliografía sobre las IAP que el perro aparece como una “herramienta”, y si bien entendemos a lo que el término refiere, no nos deja de generar una sensación de incomodidad. ¡Herramientas tenemos un montón! Pinceles, témperas, masa, pelotas, juegos, etc. Pero, ¿qué genera la presencia de un ser vivo –de otra especie- en una sesión? El biólogo Edward Wilson, acuñó a fines del siglo XIX el término “biofilia” para referir, en resumidas palabras, a la condición innata que tenemos los seres humanos de vincularnos con otros organismos vivos, generando esto repercusiones positivas no sólo a nivel físico sino también emocionales. El perro (o cualquier otro animal) es sin dudas un recurso, pero un recurso viviente, y a menudo pareciera necesario tener que recordar que no son recursos “del hombre” ni “de la tierra”, sino que debemos respetar y priorizar las necesidades propias de su especie, entendiéndolos como seres vivientes, pero también emocionales y pensantes. Creemos que, no sólo nos vinculamos con otras especies animales por un instinto de adaptación y supervivencia biológica, sino que satisfacemos mutuamente una multiplicidad de necesidades y deseos, entre ellos los sociales y afectivos.

trabajar desde las IAAEntonces, volviendo al interrogante planteado anteriormente, ¿qué genera la presencia de un ser vivo en una sesión? ¿es posible responder a esta pregunta? ¿es posible explicar, con palabras, lo que provoca una conexión humana-animal? Nos queda aún mucho por recorrer y aprender, sin embargo, en cada encuentro pescamos algunas pistas que alimentan esta respuesta; las encontramos en una mirada sostenida, en una sonrisa indisimulada, en una mano extendiéndose para recibir el calor de un animal. En definitiva, en una acción que, en pocos segundos, le otorga sentido a toda la práctica.  

Eugenia Prado – Fundación Siempre es Hoy

Nos vemos en las redes!

Deja un comentario

Blogger

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Ir arriba