Vínculo perro guía: por qué es importante en las IAA

Ese vínculo perro guía será la base de la relación y determinará la confianza que tenga el perro en su dueño.

1. Áreas trabajo del vínculo perro-guía

Se podría decir que existen dos áreas a trabajar para crear un vínculo fuerte con tu mascota: el área física y el área emocional:

  • El vínculo físico se satisfaría garantizando que las necesidades físicas del can estuviesen cubiertas (alimentación, casa, cuidados veterinarios…).  Se basa en una relación material en la que el guía tendrá que garantizar el bienestar de su perro.                                                                                          

  • El vínculo emocional, por otro lado, es algo más difícil de conseguir, no es una acción mecánica que siguiendo una serie de instrucciones se llegue a crear. No queremos que haga ciertas cosas por aprendizaje mediante ensayo-error; lo que se pretende en este vínculo es conectar con nuestro peludo y crear una relación de confianza entre los dos.

                                                Vínculo emocional

2. Vínculo perro guía: cómo conseguirlo

Para conseguir esto, hay una serie de actividades que podemos practicar, por ejemplo:

  • Los paseos: Nos permiten pasar tiempo con nuestro perro, y a él le permiten explorar nuevos sitios, socializar con otros perros y humanos y compartir momentos junto a nosotros. Y al compartir estos ratos, impulsamos su confianza hacia el guía.
  • Entrenamiento: Las clases y sesiones de entrenamiento son una forma estupenda de crear vínculo con nuestro perro. Éste aprende a trabajar con nosotros por placer y por diversión, impulsando así querer seguir trabajando a nuestro lado. Un punto a resaltar es que el aprendizaje que nosotros llevamos a cabo es un aprendizaje en positivo, para así fomentar lo máximo posible las buenas sensaciones y sentimientos del perro, ya que lo que queremos es que trabaje porque le gusta y lo disfruta realmente.
  • El juego: A pesar de haberlo puesto en último lugar, realmente el juego es una de las actividades más importantes para crear ese vínculo del que tanto hablamos. Hay que recordar que no estamos buscando obediencia pura, es decir, no buscamos que nos haga caso por obligación. No queremos que el juego se base únicamente en algo mecánico (tiramos el juguete, lo trae, lo tiramos…). El juego también es enseñar cosas nuevas a nuestro perro, para que éste se divierta y vea que le dotamos de espacios de esparcimiento.

                        Juego

Por ejemplo el juego del “tira y afloja” es una buena opción, este juego nos ayuda a jugar de tú a tú con el perro, y además podemos enseñarle a controlar y gestionar ciertos comportamientos que pueden no gustarnos.

Además de todo esto, el punto más importante se centra en la paciencia, no hay que tener ninguna prisa. Todas las relaciones llevan su tiempo, y es algo que hay que forjar poco a poco.

En resumidas cuentas, gracias al vínculo podemos crear una relación entre nuestro animal y nosotros de confianza mutua. En cualquier relación humano-perro es muy importante forjar esa unión para poder tener una comunicación fluida con el can y además tener esa conexión especial con él. Y si ya es importante en cualquier relación, cuando se trata de un perro de Intervenciones Asistidas y su guía, se vuelve una condición indispensable. Sin vínculo, o con uno malo entre el guía y su perro, no se puede llevar a cabo un buen trabajo.

Para empezar a crear ese buen vínculo, opinamos que una condición realmente importante es la de convivir con nuestros perros. De este modo, es mucho más fácil ver cualquier cambio físico o emocional que podría derivar en problemas o enfermedad, y así garantizar su supervisión 24 horas al día. Y es que, antes de nada, nuestros perros son nuestra familia.

                                        Convivencia

Gracias a esta relación y convivencia continua podemos conocer mejor sus gustos para así garantizar su diversión jugando, conocemos cuánto tiempo necesitan de ejercicio, les damos el cariño y creamos momentos de calma mediante los masajes y cepillados para mejorar nuestra relación. Ya que el vínculo es mucho más que dar un paseo, alimentar, cuidar, llevar al veterinario o jugar con el perro. Debemos saber qué tipo de paseos y por dónde le gusta pasear a nuestro peludo, cómo le gusta jugar, qué tipo de comida es la más adecuada para él (ya sea por edad, intolerancias, gustos…), es dejar que huela, que corra y que se relacione con otros congéneres. Es darle felicidad, y que sea feliz junto a nosotros.

3. Vínculo perro guía en las sesiones

Una relación con un vínculo fuerte y de confianza es tremendamente necesaria cuando entramos a trabajar. En sesión, como guías de perros que somos; tenemos que conocer perfectamente a nuestro can y saber interpretar correctamente todas las señales que nos da.

Por ejemplo, nosotras (puedes conocer nuestra actividad en http://www.terapiasperrunas.com/) hay veces que al entrar en una sesión de preescolar, los peques se ponen a llorar. El llanto de un bebé para la capacidad auditiva de un perro es muy molesto, y más cuando se contagia el llanto y todos los niños se ponen a llorar. Dependiendo del entrenamiento, del perro y de sus capacidades, puede que le sea molesta pero llevadera o puede convertirse en insoportable. Si tenemos un buen vínculo con nuestro amigo, podemos entender cuándo nos está dando señales de estrés, y como buenos guías tendremos que actuar en consecuencia y, sobre todo, garantizando siempre el bienestar de nuestro animal.

Al hilo de lo dicho, como perro-guía que somos, una de las cosas que más hacemos es “escuchar” a nuestro peludo. No somos sus amos, somos compañeros de vida y nos une mucho amor. Entendemos que en sesiones, hay momentos en los que el perro tiene que llevar a cabo una serie de acciones y/o de actividades, pero la comunicación con él ha de ser constante. Por lo que si nos está diciendo que un comportamiento, o estímulo está siendo desagradable, deberemos ayudarle a que su estado mejore.

                                Perros felices

Para finalizar, y una de las cosas que hace que ese vínculo se cree también hacia los usuarios de las sesiones es: sentir al perro. Ellos tienen una capacidad increíble para percibir nuestros estados de ánimo, pero, por el contrario nosotros no solemos poner atención en los suyos. Tienen días más apagados y días de euforia absoluta, días más vagos y otros en los que no se les puede parar; y comprenderlo y darle una respuesta apropiada, hará que el vínculo se estreche tanto, que romperlo será muy difícil. La persona y el perro crean un vínculo en el que el perro confía plenamente en el humano, es parte de su familia y disfruta de su trabajo.

Espero que este post te haya sido de utilidad. Por favor, comparte si es así!

Nos vemos en las redes!

 

 

 

Deja un comentario

Ir arriba