Conejos y cobayas como animales de intervención

Soy Verónica Fernández García , psicóloga y psicoterapeuta familiar y de pareja, y os quiero contar cómo y por qué empecé a utilizar conejos y cobayas como animales de intervención en mi actividad profesional.

Empecé mi andadura y mi formación en IAA en Italia hace ya más de 15 años. Al principio, como muchos, me dediqué a los perros. Sin embargo, me di cuenta de que en este mundo debes trabajar en grupo por lo que siempre he trabajado desde alguna asociación.

En la ultima asociación italiana de la que formé parte (“ACOT- animali coterapeuti), una colega tuvo un aparatoso accidente con su caballo y estuvo de baja un año en la cama. Su Golden Retriver la acompañaba pero sus 35 kilos le hacen muy difícil su relación ya que ella debía pasar muchas horas en la cama con bastante dolores. Le regalaron un conejo y de ahí nació este descubrimiento. Sonia se dio cuenta de la interacción delicada que poseen los conejos y la ventaja de que fuese una animal con poco peso y de dimensiones reducidas.

En aquella época, trabajábamos mucho con las escuelas de la infancia y nos encontrábamos con niños que ni si quiera saben estar de pie. Esto nos llevó a pensar en que empezar un proyecto de AAA con un conejo podría ser un buen comienzo. 

Los conejos son animales presas, en el Reino Animal, por lo que su interacción con los humanos no es tan proactiva como los perros. Necesitan tener unos mínimos de seguridad para poder explorar el ambiente y crear una relación con los humanos. Esta condición viene aprovechada ya que hace entender al participante la necesidad de autoregularse para que el conejo pueda acercarse y “ se fie” de él. Una vez entendido esto, quién pudiera imaginar que jugáramos a la pelota con un conejo.

Tuve mi primera colonia de conejos y descubrí la poca literatura que existe en referencia a estos animales y menos en las IAA. 

Conejos y cobayas 2Entendí que son lagomorfos y no roedores, como las cobayas, pero como ellos comparten características que les hacen ser afines y poder vivir y trabajar juntos. Los conejos aman estar en grupo, son sociales y que cada individuo es único. De los 7 conejos que he tenido puedo decir que cada uno me ha “dado” una cosa diferente y , que diferencia de los perros, debes descubrir con paciencia su carácter y habilidades. Las cobayas son rumorosas, activas y son más inmediatas en la relación con el humano. Todos estos aspectos son relevantes a la hora de integrar a conejos y cobayas como animales de intervención.

Me contactaron de un “Hospice” para realizar un proyecto de TAA. “Hospice” es una concepción inglesa de lo que aquí podríamos llamar  Unidad de Cuidados Paliativos para personas que esperar la muerte lejos del hospital suportada sólo con terapia para el dolor. Se intenta recrear un ambiente lo más familiar posible con la idea de acompañar en estos últimos meses, a la persona y a toda su familia.

En esta situación vimos oportuno trabajar sobretodo con conejos ya que la mayoría de las personas estaban encamadas y su experiencia con el dolor era alta. Trabajamos con 2 conejos enanos y 1 labrador. La TAA se impostó de form individual en las habitaciones de los participantes , y mi compañera y yo entrabamos en las habitaciones donde cada por 15 o 20 minutos podíamos trabajar los objetivos fijados.

Conejos y cobayasHace 3 años, decidí volver a España con el coche lleno de experiencias y perros, conejos y cobayas. Me instalé en mi tierra natal y conocí a la asociación de la que hoy hago parte Ufi APETTECE. Les contagié esta curiosidad hacia los conejos y cobayas como animales de intervención.

En la actualidad, mis animales participan en los proyectos que tenemos en la asociación y en  mi  consulta privada de psicoterapia.

En las primeras sesiones de psicoterapia siempre hago participar a los conejos ya que es una manera “suave” de introducir el animal y una manera interesante de observar cómo se comportan ante la vulnerabilidad que representa el conejo.

He observado que en las situaciones donde existe un gran sentimiento de culpa y vergüenza, en situaciones donde ha habido algún tipo de abuso,  estaba presente el conejo en sesión y  este, de alguna manera, ha ayudado a que la persona pudiera verbalizar y desmontar el miedo.

Respecto a esto, la semana pasada, tuve en consulta a 2 hermanos. Uno de ellos traía algo importante que quería compartir pero le era muy difícil, declaró tener un problema con la comida. El conejo pasó de recibir las caricias del chico a proporcionárselas a él y fue en aquel momento que su valentía tuve una recompensa inmediata y el primer paso hacía el cambio…..será la magia de las IAA.

Espero que este artículo te haya gustado y te sea de utilidad. Por favor, comparte y haz que sume si es así!

Un fuerte abrazo de parte de Verónica Fernández García

Nos vemos en las redes!

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