El gato en las Intervenciones Asistidas con Animales

En los últimos años, la interacción de los gatos con los humanos ha evolucionado enormemente. De ser un animal solitario, nocturno y cazador, gracias a su proceso de domesticación, hoy podemos considerarlo como un animal de compañía muy presente, adaptándose a las dinámicas familiares, a convivir socialmente con pares, otras especies y, en algunos casos, hasta ocupando un rol de apoyo emocional para algunas personas que se vean afectadas ya sea dentro del plano social, emocional y/o cognitivo. Esta evolución explica la introducción del gato en las intervenciones asistidas.

También se han desarrollado programas de crianza de gatitos en hogares geriátricos donde los adultos mayores los alimentan, acarician, cepillan; sintiéndose no solo acompañados, sino con una ocupación y un propósito al estar a cargo de estas pequeñas vidas.

La interacción con los gatos puede ayudar en personas con deterioro cognitivo. En pacientes con alzheimer por ejemplo, donde la memoria afectiva es uno de sus pilares, la presencia de los animales puede tener un rol motivador para trabajar diferentes objetivos terapéuticos, como la estimulación mental, táctil y visual, a través del cepillado, de la manipulación de elementos y juguetes para gatos.

El gato en IAA 2Este creciente interés y preferencia por los gatos se ve incrementado en muchos países del mundo, donde se evidencia en registros que abarcan desde la creciente industria de productos para gatos hasta el desarrollo de la investigación científica que involucra disciplinas tales como la medicina veterinaria especializada, la etología y la antrozoología felina, entre otras. En esta oportunidad, desarrollaremos justamente uno de los campos de las interacciones humano-animal: las intervenciones asistidas con gatos.

Aunque los perros se han incorporado tradicionalmente como animales de terapia y los caballos son los segundos más favorecidos, la felinoterapia está suscitando un interés cada vez mayor.

Algunas personas sienten preferencia y afinidad hacia los gatos

Recientemente, por ejemplo, se han publicado investigaciones que evidencian el vínculo que pueden establecer los niños con autismo y los gatos: se relacionan mejor, ya que sus interacciones resultan menos invasivas, sigilosas, sin un contacto visual directo que pudiera resultarles intimidante. En consecuencia, se han registrado aumentos significativos en la empatía, en las habilidades sociales, y mejoras en comportamientos como la hiperactividad o la falta de atención.

También se ha introducido al gato en las intervenciones asistidas en programas de crianza de gatitos en hogares geriátricos donde los adultos mayores los alimentan, acarician, cepillan; sintiéndose no solo acompañados, sino con una ocupación y un propósito al estar a cargo de estas pequeñas vidas.

El gato en IAA 3La interacción con los gatos puede ayudar en personas con deterioro cognitivo. En pacientes con alzheimer por ejemplo, donde la memoria afectiva es uno de sus pilares, la presencia de los animales puede tener un rol motivador para trabajar diferentes objetivos terapéuticos, como la estimulación mental, táctil y visual, a través del cepillado, de la manipulación de elementos y juguetes para gatos.

En cuanto al ámbito educativo, la lectura asistida con gatos es una gran motivación para los niños. Sienten que pueden leer sin miedo a equivocarse, ya que los animales no van a juzgarlos, aumentando su autoestima y confianza.

Algunos beneficios de los gatos en la salud humana también incluyen

  1. Reducción del estrés y de la presión arterial.
  2. Contribuir a un sistema inmunológico más fuerte; sobre todo en niños que crecen con gatos, se disminuye el desarrollo de alergias y asma.
  3. Su ronroneo estimula la curación de tejidos, especialmente en lesiones que afectan a tendones y músculos. Asimismo, reduce el dolor y ayuda a incrementar la densidad ósea.
  4. Incremento de la hormona oxitocina, que induce a sentimientos de amor y confianza.
  5. Mejorar el estado de ánimo, aliviar sentimientos de soledad, aportando un sentido de responsabilidad y de mantener hábitos y rutinas.

¿Todos los gatos pueden participar de las IAA?

Resulta primordial destacar que la selección de un gato en las intervenciones asistidas debe ser abordada desde su especie felina y no pensada como si el gato fuera un perro pequeño. Por lo que su guía debe tener formación en lo que respecta a su comportamiento y educación, y garantizar además la integridad física y emocional del animal.

Como aspectos fundamentales, el temperamento del gato requiere ser extremadamente dócil, sociable y predecible. Debe disfrutar el contacto con personas: el cepillado, las caricias y las sesiones de juego.

El gato en IAA 3También debe poder gestionar su estrés frente a la exposición a variados escenarios, desde un viaje en auto hasta la visita a diferentes lugares: una escuela con niños y más bullicio, o un espacio más tranquilo como una residencia geriátrica, por citar algunos ejemplos.

Si bien algunas razas felinas pueden tener más potencial por su temperamento (ragdolls, birmanos, persas) y, en algunos casos, su porte físico (maine coons, siberianos), la selección del gato será desde su individualidad (sea o no de raza), siendo fundamental su socialización temprana (desde la segunda a octava semana de vida) y el continuo entrenamiento hasta el año donde se afianzará su personalidad.

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Un fuerte abrazo a todos desde Gaatoba

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